Cariño al cuadrado..
En un mundo en el que todo se automatiza, la clave está en poner en valor nuestros activos más humanos, como la creatividad, el entusiasmo, la capacidad de colaboración o el sentido común.
Es momento de apoyar e impulsar buenas sinergias, pasión y convicción por las cosas bien hechas, es momento de darnos cuenta de que está en nuestras manos hacer hacer las cosas ‘con-sentido’.. y para eso nada como conocer mejor y aprovechar ese motor que son nuestras emociones.. y ser conscientes de que nos acompañan las 24 h del día..
No es que haya límites para los sueños. Es que existen pasos previos para llegar hasta donde se quiere llegar. Andando se hace el camino amigos, con ganas, con valentía para andar solo, y equilibrio para saber con quién y cuándo.
Si preparamos a nuestros hijos para que sean personas autónomas, flexibles, sociables, fuertes, creativas y con iniciativa, estamos contribuyendo a hacer un mundo mejor.. ¿te lo imaginas?
No es nuestro trabajo endurecer a nuestros hijos para enfrentarse a un mundo cruel y despiadado. Es nuestro trabajo criar a los niños que van a hacer el mundo un poco menos cruel y con corazón. (L.R. Knost)
Los niños son capaces de jugar durante horas con unas briznas de hierba, con un poco de arena, con palos, con las fascinantes rocas del lecho de un río, en un prado verde. A veces ni siquiera les sirven grandes equipos o juguetes. Sólo necesitan un espacio al aire libre, un objeto simple que el entorno natural les da, un poco de agua y una situación serena. De esta simplicidad emerge un gran mensaje educativo para el mundo de los adultos: los niños y las niñas nos dicen que no necesitan juegos y juguetes complicados y elaborados, pero sí cosas pequeñas y sencillas en un ámbito acogedor. Esto nos empuja a otra consideración: si un niño o niña están bien estimulados, seguramente van a ser capaces de hacer volar su imaginación y su creatividad y por lo tanto, su relación con los muchos pequeños aspectos de la vida pronto se convertirá en muy fructífera y creativa.
Nosotros los adultos tendemos a ser excesivamente racionalistas, a menudo individualistas y poco imaginativos. Los niños que emocional y afectivamente participen de un mundo que consideren animado, un mundo que hable a la imaginación se volcarán fácilmente hacia la primavera de la creatividad y la inventiva. (Rosalba Cocco)
¿Cuál es la moraleja para animarles a resolver los retos a los que se enfrenta este mundo?¿la vida de nuestros hijos se rige demasiado por horarios? ¿los genios de la nueva generación están demasiado encerrados en casa? Cualquier parecido con la realidad puede ser la solución.. cuestión de querer.. siempre..
Todos los derechos reservados | Fábrica de Valientes, S.L.