Celebra. Todo.
A veces estamos tan atrapados en la cinta-de-correr-de-la-productividad que olvidamos que la vida que estamos viviendo ahora mismo vale la pena celebrar. Y mucho.
Prémiate. Conscientemente. Aprende a confiar y a recibir con amabilidad, amor y compasión. Date permiso para abrazar esos momentos pequeños (enormes). Imperfectos. Valiosos.
Elige uno de estos días lentos y regálate una auto-conversación compasiva.
¿Qué hay en tu top-ten de pequeñas victorias?
Felices posibilidades. Valiente.
Todos los derechos reservados | Fábrica de Valientes, S.L.