Nos preguntamos..
‘¿quién me he creído para ser brillante, espléndido, talentoso, sensacional?’,
pero en realidad,
¡¿quiénes nos hemos creído para no serlo?’ (M. Williamson)
Cuidado con lo que deseas para tus hijos.. A veces, las expectativas se superan.. Interesante anécdota sobre cómo influye la confianza que los demás tienen en nosotros..
Un día, Thomas A. Edison llegó a casa y le dio a su madre una nota. Él le dijo: “Mi maestro me dio esta nota y me dijo que solo se la diera a mi madre.”
Los ojos de su madre estaban llenos de lágrimas cuando le leyó en voz alta la carta: “Su hijo es un genio, esta escuela es muy pequeña para él y no tenemos buenos maestros para enseñarlo, por favor enséñele usted”. Muchos años después la madre de Edison falleció, y él fue uno de los grandes inventores del siglo.
Tiempo después, él estaba mirando algunas cosas viejas de la familia. Repentinamente vio un papel doblado en el marco de una fotografía, en el escritorio.
Lo tomó y lo abrió; en el papel estaba escrito: “Su hijo está mentalmente enfermo y no podemos permitirle que venga más a la escuela”. Edison lloró por horas, y escribió en su diario: “Thomas Alva Edison fue un niño mentalmente enfermo, pero por una madre heroica se convirtió en el genio del siglo”.
Se conoce como efecto Pigmalión y funciona en cualquier momento de nuestras vidas.
Se puede llevar a un caballo a la fuente del conocimiento, pero está claro que no se le puede obligar a beber.. y es que despertar la curiosidad y las ganas de aprender de un niño sólo se consigue desde la emoción.. Es así.. nos implicamos en la vida desde las percepciones, las emociones, las sensaciones: ganas, empatía y pasión. Sólo se puede aprender, aquello que te gusta, que te apasiona, que amas.. y lo que se enseña, desde la emoción, el respeto y la alegría.
‘Las expectativas y previsiones de los profesores sobre la forma en que de alguna manera se conducirían los alumnos, determinan precisamente las conductas que los profesores esperaban’. (Rosenthal y Jacobson).
Si definimos a a un niño con etiquetas como “vago”, “malo”, “tímido” o “rebelde”, lo único que conseguiremos es reforzar ese comportamiento y que finalmente termine por asumir que es así.
Lo interesante del efecto Pigmalión es que se le puede dar la vuelta y utilizarlo de forma positiva:
Todos desarrollamos al máximo nuestras capacidades cuando nos sentimos apoyados, valorados y queridos. Lo que está claro es que éso solo no basta.. el talento te lleva a la puerta del éxito, y el trabajo, actitud y humildad te hacen cruzarla..
Y es que el futuro y el cariño van de la mano.. de la mano de esas personas que no ven obstáculos sino retos, las que miran un desierto e imaginan un mundo… Las que saben que son humanas, que comenten errores, pero lo utilizan para crecer… Las que desean estar rodeados de los mejores y los aplauden.. Las que comparten, se enamoran de lo que les rodea, toman nota, rectifican, almacenan sensaciones, ahuyentan miedos después de plantarles cara … y avanzan sin parar. Las que crean, generan, aman.. Y las que sonríen con humildad… por encima de todo ante la adversidad.
Al final, cada uno se mira al espejo y decide si mereció o no la pena.. Yo mientras me quedo con la generosidad, la paciencia, los momentos, los sueños.. y la colección de sonrisas que nos regaláis.
En el reto está la magia, no lo olvides.. Gracias V!!
Contagia y construye.. Equivócate.. si sale, sale.. Si no sale, volvemos a intentarlo.. Y sobre todo, si puedes hacerlo bien.. hazlo mejor.. y haz que cuente.. #actitudFdV
Fuentes: Robert Pianta, Aprendizaje: neurociencia y la escuela de la vida (M. Spitzer), Pygmalion in the Classroom (Rosenthal & Jacobson), Las ranas y el efecto pigmalion (J. Garrido).
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